La Psicología y Medicina actuales considera los problemas mentales como trastornos; como perturbaciones de carácter transitorio, estados de una determinada gravedad y duración, pero alejados del concepto de enfermedad, que tiene una connotación más permanente y severa.

  Cualquier persona con este tipo problemas debería acudir a un especialista para solucionarlo. Todo aquello que nos genere conflictos, tanto en el plano interior o íntimo o exterior en nuestras relaciones con los demás y con el mundo que nos rodea, debe resolverse. Llegar a la solución a veces puede ser difícil, pero para ayudar a conseguirlo estamos los profesionales de la salud mental, formados y capacitados en la comprensión de la naturaleza humana y en la solución de sus problemas.

  Cuando sufras de problemas relacionados con la ansiedad, el estrés, la autoestima, depresión, problemas en el trabajo, sexuales, sentimentales, de pareja, ideas de suicidio, las adiciones, las fobias, la ansiedad social,relacionados con la identidad de género… y no te encuentres capacitado para resolverlo por ti mismo, debes acudir a un psicólogo. Y también cuando necesites orientación o consejo sobre algún aspecto que te preocupe, tanto en el plano personal como en la vida en general.

  Acudir a un psicólogo es un saludable hábito de vida, aunque no se esté pasando por una mala racha o sufriendo un problema concreto. Puede usarse con el mero propósito de mejorar en general, nuestra forma de ser, nuestra relaciones con los demás o acabar con esa dificultad que nos incomoda. Al igual que se acude al médico o al especialista para un chequeo general de nuestra salud física, igualmente puede visitarse un psicólogo para comprobar el estado nuestra salud mental aunque pensemos que no nos ocurre nada.

  La psicoterapia tiene el objetivo de lograr el nivel más alto de bienestar y calidad de vida posibles. Es un camino al logro de la felicidad.